LA CRISIS DEL AGUA EN SANTANDER
Mauricio Meza Blanco
Corporación COMPROMISO
Representante de las Organizaciones ambientalistas
Hoy que hay hacer un análisis juicioso, critico y propositivo sobre la manera como debemos administrar los servicios públicos del Área Metropolitana de Bucaramanga pero debemos preocuparnos primero antes de la administración de una compañía del Acueducto, o de una Empresa de Alcantarillado es de donde va ha venir el agua y el recurso hídrico para esa Compañía del Acueducto y para después pensar en la empresa de Alcantarillado.
Es decir, antes de analizar la naturaleza jurídica de una posible nueva empresa única de servicios públicos del Area Metropolitana debemos analizar que se va hacer primero no con la naturaleza jurídica sino jurídicamente con la naturaleza para defenderla. Ante la amenaza en un contexto globalizado de poder estar haciendo un papel nosotros de complices para entregarle una empresa única al capital de multinacionales en estos momentos en que en el contexto un presidente autoritario sin ningún criterio público pretende firmar un TLC con los Estados Unidos, una nación expoliadora, avasalladora y explotadora que se apropian de los recursos naturales de todo el mundo, que destruyo y bombardeo a Irák por el petróleo, y a nosotros nos bombardea con negociadores y ejecutivos colombianos lacayos para que entreguemos el agua, las empresas de servicios públicos, los yacimientos petroleros, los parque nacionales y los páramos que es donde están las estrellas hídricas y realmente el patrimonio del agua.
Entonces nos preguntamos existirá capacidad de confrontación ó capacidad de negociación y servilismo en el gerente de una nueva empresa cuando se avizoran las tempestades de las privatizaciones, las mal llamadas fusiones y concesiones.
La lógica del capitalismo, del consumismo y del mercado pretende privarnos de los paisajes, la biodiversidad, el derecho al agua, al terruño, al alimento como un derecho humano y al derecho a vivir de los campesinos en los Andes Ecuatoriales, pero tambien el derecho a vivir de las personas hacinadas en las ciudades, donde los más marginados que son los desplazados y destechados se les niega los servicios públicos domiciliarios.
Aunque el agua es un recurso natural renovable, su gestión y uso inadecuados pueden conducir a situaciones de escasez, epidemias, desastres ecológicos e incluso a crisis políticas.
Colombia es el cuarto país del mundo en cantidad de agua, después de Rusia, Canadá y Brasil y no escapa a la problemática del abuso, del desperdicio, y la mercantilización del derecho al agua. En el país no existe una verdadera cultura de gestión racional del agua.
Esta situación se debe a la creencia arraigada de que Colombia es un país tan rico en recursos hídricos, que su población no se verá afectada (por lo menos durante las décadas venideras) por el mal uso y el despilfarro a que son sometidos muchos de sus ecosistemas productores de agua.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. “si bien es cierto que Colombia es un país muy rico hídricamente (su oferta hídrica en litros/ segundo por Kilómetro cuadrado es seis veces superior al promedio mundial y tres veces superior al promedio en América Latina), las fuentes de agua están distribuidas muy irregularmente”, indica Rodrigo Marín, profesor de ingeniería Ambiental de la Universidad Central.
En consecuencia, mientras la riqueza hídrica se concentra en las zonas con menor densidad demográfica (la Orinoquia, zona Pacífica y Amazonía), otras regiones (las más pobladas) padecen de déficit hídrico e incluso de sequías, como: los valles interandinos, las zonas planas, la zona caribe, el valle del Patía, la región del Chicamocha, el Medio Cauca y el Alto Magdalena.
Así, el estado del recurso hídrico en el país puede resumirse en esta frase: una Colombia seca y poblada, bordeada por una Colombia húmeda y despoblada.
ANÁLISIS GLOBAL DEL AGUA
En su mayor parte, el agua disponible en la Tierra se encuentra en los océanos.
Hoy del total de la masa de agua en el planeta, únicamente 2,8% (36 millones de kilómetros cúbicos) es dulce, y de este volumen, del 75% está contenido en el hielo de los casquetes polares de las zonas ártica y antártica.
De las aguas que fluyen en los continentes, cerca del 0,63% (8 millones de Km cúbicos) se encuentran en lagos, ríos y lagunas y el 0,2% flota en la atmósfera.
“el agua se considera un recurso renovable porque se recicla y regenera continuamente gracias al ciclo hidrológico. No obstante, las cifras citadas indican que el agua potable es un recurso limitado”, señala Marín.
A esto se suma el hecho de que las fuentes de agua dulce del planeta se encuentran distribuidas de manera muy desigual y la irresponsabilidad de los seres humanos hacen que este recurso sea cada vez mas escaso. Igualmente la justicia de la naturaleza comienza a cobrar la factura por el mal uso del agua, por las continuas agresiones del hombre contra la naturaleza y entonces producto del calentamiento de la tierra, del desbalance hídrico, y de múltiples consecuencias con causas antrópicas es el desastre de febrero del 2005 en el Municipio de Girón, la veintena de huracanes del caribe, y las graves consecuencias del Huracán Katrina y Vilma.
PARA REFLEXIONAR
El agua dulce que tenemos a nuestra disposición equivale únicamente al 0,25 de los recursos hídricos del planeta.
El 97,7% corresponde a agua salada y el agua dulce restante está atrapada en los casquetes polares de los glaciares y en corrientes subterráneas profundas.
El agua liquida, debido a su elevada capacidad calorífica, puede almacenar gran cantidad de energía sin variar su temperatura apreciablemente. La gran capacidad calorífica del agua y la afección en el calentamiento solar es lo que ha generado en el 2005 el fenómeno de los huracanes en el Caribe Ecuatorial.
En el planeta hay grandes masas de agua en hielos que no se calienten ni se enfríen con mucha rapidez y en consecuencia protejan a los seres vivos de los cambios bruscos de temperatura y además contribuyen a mantener un clima moderado en la Tierra.
El agua contaminada contribuye a que cada año mueran en el mundo 2.200.000 personas por enfermedades de origen hídrico y que otros 2.400.000 vivan en pésimas condiciones de salubridad.
LA SITUACIÓN HÍDRICA DE COLOMBIA Y SANTANDER.
La situación en el mundo por el recurso agua es muy grave, en la ultima década la demanda del agua se ha multiplicado por seis. Mientras que en otros países la oferta per cápita anual no alcanza los mil metros cúbicos por habitante, en Colombia esa oferta asciende a 53.000 metros cúbicos.
Como puede verse, Colombia cuenta con una enorme sobreoferta de agua, que ha llevado a desperdiciarla y a carecer de una adecuada gestión del recurso hídrico.
Pese a la inmensa riqueza hídrica, Colombia afronta, paradójicamente, una serie de problemas derivados de la falta de planificación en el manejo de sus fuentes de agua. Los páramos que apreciamos hoy en las tres cordilleras de los Andes Colombianos, son sometidos a cambios drásticos por la tala, quema, pastoreo, explotación agrícola, minera y la presencia de nuevos asentamientos humanos y enclaves tecnológicos, que traen alteraciones concomitantes. La importancia del páramo radica en ser una importante fuente de vida.
Somos los herederos de los páramos y las altas montañas y nos corresponde velar por su permanencia y cuidado, a sabiendas de que toda la dimensión de su pasado continuará proyectando su presencia en nuestro futuro. Como horizonte de vida, los páramos constituyen esos espacios donde nuestros pueblos vislumbran un porvenir. Existen diversas visiones del páramo, para los indígenas, por ejemplo, constituye un lugar sagrado; él es el lugar en donde se origina la vida. Los páramos son sitios sagrados donde deben reposar los muertos; intocables espacios donde sólo los viejos portadores de la sabiduría pueden acceder; lugar donde están las lagunas que purifican de las faltas. Los colonizadores españoles al nombrar una de sus plantas características, el frailejón, lo percibieron como si fuesen frailes deambulando en la penumbra, y le dieron a su experiencia en el páramo un toque religioso.
Pero hoy los paramos son vilmente avasallados por el capital transnacional que quiere apropiarse de ellos, porque saben que allí esta la verdadera llave del agua. Con la lucha de los ecologistas se pudo derrotar la pretendida Ley de Paramos. Pero hoy lo intentan otra vez desde la Ley de Aguas. En el Departamento de Santander hoy se pretende violar la naturaleza, la soberanía y la fragilidad del Páramo con proyectos como la ampliación de la captación de aguas por parte de la Compañía del Acueducto del Area Metropolitana de Bucaramanga en el Páramo seco de Berlín y la intención de la explotación del carbón antracita en el Páramo del Almorzadero, Municipio del Cerrito. Dos ecocidios que afectarian ecosistemas estratégicos y frágiles , causando un problema binacional con Venezuela, porque en ambos páramos nacen rios que son afluentes del Rio Arauca en la Cuenca del Orinoco.
Colombia hace 50 años era un país donde predominaba la población rural (75%) sobre la urbana (25%). Hoy en día esa proporción se ha invertido, pues el 80% de la población vive en las ciudades y solo el 20% habita en las zonas rurales. Hoy existe una gran presión en las zonas agrarias y en las ciudades por el agua. En el Area Metropolitana de Bucaramanga los alcaldes de algunos municipios están tomando una posición contraria a crear una empresa única, sino que cada alcalde quiere tener su propia empresa de acueducto y su propia empresa de alcantarillado, olvidándose que la ciudad metropolitana es una unidad geográfica sistémica y el agua tanto limpia como servida es centro muy importante de su dinámica. Las administraciones municipales conciben la administración del acueducto y del alcantarillado no como un ente de cumplimiento de derechos, sino como un espacio de intereses y negocios al servicio del poder, de la burocracia, de la politiquería y del clientelismo. A este respecto la administración del Municipio de Floridablanca hizo la intentona de quitarle el subsidio a los usuarios del estrato dos, aprovechándose de la ignorancia de sus pobladores, pero ignorando el articulo 268 de la Constitución de Colombia sobre la obligatoriedad de los municipios de crear un fondo para subsidios de servicios públicos municipales, igualmente ignorando los artículos 99 y 100 de la Ley 142/94 de los Servicios Públicos, donde explica de donde deben provenir los recursos para los subsidios. La población se movilizó y quemo los recibos de cobro del servicio del acueducto, obligándolo a derogar la eliminación de los subsidios al servicio.
Y sobre la presión del recurso hídrico en las zonas agrarias esta la denuncia en Santander de cómo en el municipio de Curití una empresa agroindustrial avícola con la complacencia de la Corporación Autónoma Regional CAS se apropia de una gran concesión de agua, con el sofisma de que genera empleo pero poniéndose en entredicho la sostenibilidad y la democratización del recurso que es afluente del Rio Fonce. Igualmente otra empresa Avícola se apropia de una gran cantidad concesionada de agua en el municipio de Charalá. Entonces nos preguntamos cual es el papel de la autoridad ambiental en la región?
Como resultado de toda esta problemática, las fuentes hídricas que surten a las cabeceras municipales son insuficientes para satisfacer las demandas de sus respectivas poblaciones y los sistemas de abastecimiento están agotados.
Las ciudades con mayor demanda de agua son Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Los municipios medios y pequeños del Eje Cafetero tambien presentan problemas de abastecimiento, pues tienen una alta concentración de población, en tanto que sus sistemas de suministro de agua son limitados.
Hay una gran vulnerabilidad en el suministro de agua como resultado de los fenómenos climáticos.
En efecto, cerca del 50% de la población urbana está expuesta a problemas de abastecimiento de agua en condiciones hidroclimáticas medias. Durante los periodos de sequías, esa proporción se incrementa en más de un 80%.
Esta realidad se evidenció como consecuencia del fenómeno de El Niño en los años 1997-98, que trajo como consecuencia una reducción importante del caudal de los ríos.
En la actualidad existe un déficit en el tratamiento de aguas residuales. En el país hay 237 plantas de tratamiento de aguas, de las cuales sólo nueve funcionan adecuadamente. En Santander existen 11 plantas de tratamiento de aguas residuales, de las cuales en el Area Metropolitana de Bucaramanga solo existe una con una optimización del 80%, para 186.000 usuarios.
Sobre la política gubernamental sobre el recurso hay que denunciar La ley de Aguas que se tramita en el senado por estar inmersa en una concepción totalmente mercantilista. Abre las puertas en este campo a las inversiones privadas, en todo el proceso de origen y uso, desde la producción, envolviendo la conducción, el tratamiento, la distribución y comercialización, la recolección y disposición de las aguas servidas y lluvias y el tratamiento de las aguas residuales. En todas estas fases, la Ley crea “nichos” y grandes posibilidades de negocio a los inversores estableciendo como principio que ellos siempre deberán tener beneficios mayores a los costos.
Dentro del mercado de agua que se crea, se establecen las transacciones entre particulares de las concesiones adjudicadas, el aprovechamiento, cobijando también las aguas marinas y costeras y las subterráneas y acuíferos, y concesión de puertos. Se instauran nuevas tarifas, separadas, para el alcantarillado y el drenaje urbano, las tasas de uso y retributivas de pago universal, con lo cual no se discrimina siquiera el de quienes utilizan el agua en busca de satisfacer una necesidad básica y de quienes la utilizan, como reza el discurso oficial, para “la competitividad”. Y vale exponer que la Ley enfatiza que los costos deben ser cubiertos por las respectivas tasas. Como el costo de la prestación del drenaje y de la “remoción de las cargas contaminantes” debe ser cubierto con las tasas, se garantiza la utilidad para el agente público o privado que lo ejecute y, en el caso de la descontaminación, garantiza que el cubrimiento será incrementado en un 20%. Igual lógica impera para el agua de los distritos de riego para la agricultura.
Tomar posesión de las fuentes de agua, fijar condiciones de utilidad financiera para cada etapa del proceso de producción y uso del agua, admitir la iniciativa privada en cada fase y garantizarle el lucro es crear un gran negocio sobre las necesidades e incluso el desplazamiento, cuando el caso así lo exija, de millones de colombianos. Es claro que el beneficio está dirigido al capital y el costo sobre el usuario, que en caso de Colombia se utiliza en un 44% para fines domésticos. No están calculados los inmensos negocios que podrán montarse tras esta Ley, en un país como Colombia, con una dotación anual de 58 litros/ año/ Km.2, seis veces la del promedio mundial y tres veces la de Latinoamérica.
POR OTROS RECURSOS LA SITUACIÓN ES PEOR.
Haciendo un análisis de la situación del patrimonio natural, debemos colocar mucha atención a la situación de los parques nacionales que son depósitos de vida, son el patrimonio de nuestra biodiversidad y pertenecen a nuestro futuro, mas que nuestro presente. estas áreas son intangibles, es decir son bienes inembargables, imprescriptibles e inmodificables. Su uso solo es permitido para la conservación, el goce de la naturaleza o la investigación científica. No es solo romanticismo ambiental: los parques nacionales protegen hoy el 70% de las fuentes de agua que consumimos los colombianos.
El Sistema de Parques Nacionales -50 en total y 10 millones de hectáreas- constituyen el banco genético de Colombia. Privatizarlo o Bombardearlo con veneno sería mucho mas grave que echarle candela a los archivos de la Biblioteca Nacional, al Archivo General de la Nación o que botar al mar el Museo del Oro del Banco de la Republica.
En cuanto a las fumigaciones, con glifosato (de la multinacional Monsanto), los científicos han demostrado que este herbicida es tóxico para humanos, peces, lombrices de tierra, bacterias, hongos, micorrizas, anfibios e insectos. Además el glifosato afecta directamente el ciclo del nigrogeno en el suelo. Aparte de la defoliación de los bosques, la transformación de la molécula de glifosato en N-nitroso-glifosato y otros compuestos relacionados están directamente relacionados con aumento de cáncer y mutaciones fetales en humanos. Fumigar los parques nacionales desconocería tratados internacionales, que tienen fuerza de ley interna y solo beneficiaría a la multinacional Monsanto que es la única que se beneficia económicamente con las fumigaciones.
Después de cinco años y tres billones de dólares en herbicidas, no se ha reducido un centímetro el área de producción de coca. Los herbicidas causan daños genéticos que ocasionan Malformaciones Congénitas, actualmente la primera causa de Mortalidad Infantil en Colombia. Algo mas grave: Médicos de Barquisimeto (Venezuela) han denunciado el segundo índice mas alto de América, después de Santa Marta de Malformaciones Congénitas. Es posible que las corrientes aéreas de la Sierra Nevada de Santa Marta lleven las partículas toxicas a Venezuela. No solamente se esta causando daños a los Colombianos si no también a sus vecinos.
Que pasaría si los cultivos de marihuana de California o Hawaii fueran fumigados desde el aire con herbicidas?
¿Se imaginan si esos tres billones de dólares gastados en herbicidas se hubieran utilizado en programas sociales, agrícolas, de salud y educación?
Los parques nacionales no están deshabitados. Muchos se superponen a Reservas Indígenas que cultivan coca ancestral como los Koguis, Arhuacos. Esas reservas también serian envenenadas, pese a los acuerdos entre el gobierno y las comunidades indígenas. La unión de todos y la presión política es la única esperanza de parar una decisión tan criminal para la naturaleza.
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Además de las fumigaciones tambien se atenta con el proyecto de Ley Forestal que el Senado aprobó en segunda vuelta en diciembre y que continua su trámite en la Cámara; es uno de los mayores retrocesos de la legislación y la protección ambientales registrado en el país en las últimas décadas. Además, es un despojo de los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas y de las comunidades afroamericanas.
¿Hasta dónde quieren llegar quienes a nombre de una supuesta seguridad democrática pretenden despojarnos de las fuentes de agua y de los mantos boscosos que las protegen; borrar las huellas de nuestros abuelos quemando la tierra donde nacimos y crecimos; y desaparecer del planeta las formas más complejas y ricas de la vida? No podemos esperar a averiguarlo: Después no nos quedarían ni las claves para descifrar un destino de desarraigo, aridez y vacío cultural que nos quieren imponer.
Las épocas del modelo de desarrollo sostenible quedaron atrás. Ya la política ambiental dominante no se preocupa por el balance entre economía y conservación o entre generaciones futuras y presentes y menos por la equidad social en torno a ella. La caída de la tasa de ganancia del capital no sólo impide que este paradigma, que, según algunos, se alcanzaría merced al libre comercio, se realice; sino que además ha convertido los planes y programas ambientales en fuente gestora de nuevos negocios en el ámbito de los mal llamados servicios ambientales.
El Banco Mundial, que ha patrocinado por todo el orbe esta visión, como en Colombia donde acaba de prestar 150 millones de dólares para el sector agua e imponer como condición la existencia de la Ley respectiva, va sentando las bases para cristalizarla. Los tratados de Libre Comercio concretan toda esta política de despojo nacional y social y otorgan plenas garantías a los inversionistas para hacer y deshacer, es la experiencia del capítulo 11 del Tratado de Comercio de América del Norte, precursor en este tipo de asaltos que se replican en todos los TLC’s suscritos.
A su vez, Estados Unidos que no ha suscrito ni mucho menos ratificado los principales convenios ambientales como el Protocolo de Bioseguridad, la Convención de Basilea, la de La Haya o la de los Derechos del Mar va imponiendo su propia normatividad internacional; entre tanto, países como Colombia representada en gobiernos como el que preside Álvaro Uribe Vélez capitula ante las ambiciones imperiales sin rezongar.
Mauricio Meza Blanco: filósofo, especialista en Docencia Universitaria, especialista en Filosofía Colombiana, Magíster en Educación y Magíster en Desarrollo Rural Ambiental.
Ante tan grave situación estaremos vigilantes de todos los abusos y atropellos contra la naturaleza para denunciarlos en los foros nacionales e internacionales